La frase que jugadores de diferentes competiciones deportivas aducen para justificar que algo salió mal en su juego suele ser “A mí no se me da bien tal cosa”. Con esa frase quieren decir que hay aspectos que la naturaleza les negó, y de ahí sus malos resultados.
No obstante, un estudio presentado en la Universidad de Goterburgo desecha ese mito asegurando que la inteligencia en el deporte se puede aprender, incluso con fórmulas matemáticas para aplicar en todas las modalidades.
Teoría de juegos
El informe habla de la teoría de los juegos, una rama que establece fórmulas matemáticas que pueden ser aplicadas a comportamientos pasados y así permitir mejorar las conductas del futuro.
Estas fórmulas también son aplicables a las apuestas online, determinando, por ejemplo, cómo en igualdad de escenarios es más factible la victoria del equipo que para clasificarse depende de sí mismo que la del que depende de los resultados de otros.
Defensa
En dicho estudio, los profesores Carl Lindberg y Jan Lennartsson hicieron pruebas con un jugador de hockey y establecieron fórmulas matemáticas para determinar sus movimientos y sus resultados.
Aunque no destacaba por ninguna virtud física especial, este jugador ha sido seleccionado durante varios años como el mejor defensa de la NHL. Tan solo juega mejor porque lo hace con más inteligencia.
Resultados
A través del análisis matemático y de las entrevistas con el jugador, se hallaron ecuaciones que tradujeron las operaciones matemáticas a una idea básica de la terapia de los juegos, y llegaron a la conclusión de que en este deporte es más efectivo eliminar las opciones de ataque del oponente que concentrarse en tener éxito en la defensa.
Con este tipo de experimentos, los entrenadores y directivos técnicos de equipos deportivos disponen de las herramientas necesarias para ayudar al jugador a realizar su trabajo del modo más correcto posible, y disminuir así el margen de error en el campo.