Poder cumplir en la cama, a nivel sexual, es una de las grandes preocupaciones de los hombres, dado que la sexualidad es un ingrediente muy importante de la salud corporal, mental e incluso espiritual de cualquier ser humano. El éxito o fracaso puede influir decisivamente en su vida familiar y, a veces, puede condicionar su felicidad.
La aptitud sexual del hombre suele medirse popularmente, sin ningún rigor científico, por medio de dos grandes indicadores: el tamaño del pene y la duración del acto sexual, que suele terminar cuando el hombre eyacula, tras lo que el miembro masculino pierde su rigidez y se dificulta una penetración satisfactoria.
A veces, tales medidores no son otra cosa que patrañas adquiridas por el influjo de información errónea que llega a manos de la gente. Pero, en otras ocasiones, se trata de un problema real, que debe atenderse para que la pareja logre el disfrute de estar juntos y se afiance su estabilidad.
Mitos sexuales
Lamentablemente, en nuestros días mucha de la información disponible acerca del sexo y su práctica está deformada por una imagen que vende la industria de la pornografía, que es capaz de hacer que la gente crea cosas irreales.
Por ejemplo, uno de los mitos que más afectan a los hombres es el tamaño del pene de los actores, que suele estar muy por encima del promedio. Evidentemente, si alguien ve pornografía regularmente, puede creer que casi todos los hombres tienen miembros enormes, lo que puede provocar complejos e inseguridades.
Otro mito es la duración del acto, que suele ser muchísimo más largo ante la cámara de lo que realmente es en la realidad. Para hacer una película de una hora se graban muchos actos distintos durante dos o tres días. Lo cierto es que todo lo que se ve en la pantalla está cuidadosamente preparado y tiene muy poco que ver con la naturalidad.
El verdadero problema
La eyaculación precoz es un problema porque dificulta al hombre ofrecer a su pareja el placer que merece, dado que el orgasmo femenino suele llegar con mayor lentitud que el masculino. Es por ello que todo hombre debe conocer a su pareja y dedicarse a excitarla y estimularla todo lo necesario antes de penetrarla.
Se puede decir que hay eyaculación precoz cuando esta se produce siempre en los primeros minutos del coito, impidiendo la culminación satisfactoria del acto sexual. En estos casos, la participación y la comprensión de la pareja es vital para resolver el problema, dado que no siempre este se debe a una sola de las partes, sino que tiene que ver con la manera en que se ha establecido la relación afectiva.
Por otra parte, es importante que el hombre afectado y su pareja encuentren información, asistan al médico o terapéutico y aprendan técnicas que ayuden a mitigar el problema. Es muy importante que lo hagan juntos, ya que la solución requiere una total colaboración, en el supuesto de que la pareja desee mejorar su vínculo.
Si piensas que puedes sufrir eyaculación precoz y esto te causa vergüenza, debes saber que no hay ningún motivo para ello. Habla con tu pareja y afronta el problema junto a ella. Con toda seguridad, nadie estará más feliz con la idea de resolverlo. ¡Adelante!