La Casa de los Macetones fue un sinónimo de lo que es el horror durante mucho tiempo, debido a las circunstancias que se vivieron dentro de ella. El maltrato y el abuso que sufrieron los hijos de la familia Pérez, son difíciles de comprender para la mayoría. Tal vez por ello, películas como el Castillo de la Pureza, sirvan para tratar de asimilar, como eventos tan terribles, suceden en el mundo real.
La Casa de los Macetones: Origen de la historia
En 1959, la sorprendente historia de un grupo de personas que permaneció cautiva en su propio hogar durante 18 años, sorprendió a la opinión pública mexicana.
La familia Pérez Noé vivía en una residencia conocida como La Casa de los Macetones. Fue bautizada así debido a que, en el zaguán de la vivienda, había dos grandes macetas que eran la característica más distintiva del lugar.
La dirección de la Casa de los Macetones era: avenida Insurgentes, cruce con calle Godard, en la Ciudad de México. Los Pérez vivieron allí durante 18 años, hasta que salió a luz su terrible historia.
Rafael Hernández Pérez y su esposa, Sonia María Rosa Noé, eran oriundos de Jalisco, y se mudaron a la capital del país en 1938, en busca de mejores condiciones de vida. La pareja tuvo seis hijos, que bautizaron con nombres bastante particulares como: Indómita, Libre, Soberano, Triunfador, Bien Vivir y Libre Pensamiento.
Para ganarse la vida, los Pérez Noé se dedicaban a fabricar veneno para ratas en su residencia. Padre e hijos trabajan arduamente en esta labor, cada día.
El Castillo de la Pureza: historia real
En 1915, Rafael perdió uno de sus brazos en un accidente de tren. Se dice que este evento traumático cambió su personalidad para siempre y lo llevó a cometer los atroces actos contra su familia.
A partir de 1941, Pérez decidió aislar a su familia del mundo exterior, selló las ventanas con tablas de madera, no dejó que los niños acudieran a la escuela y los obligó a trabajar sin parar en el negocio familiar. Aparentemente, Rafael quería mantener a su familia protegida de la maldad que se encontraba en las calles y por eso los encerró.
La principal fuente de ingreso de los Pérez Noé era la venta de raticidas en diferentes tiendas de la ciudad. Los miembros de la familia eran los encargados de producir el veneno, pero las condiciones insalubres del lugar, ponían en riesgo las vidas de todos.
Al punto de que, dos de hijos de la pareja, de pocos meses de edad, murieron por envenenamiento. Una de las múltiples leyendas de la Casa de los Macetones, afirma que Rafael probó la eficacia de uno de sus nuevos venenos con uno de los infantes, causándole la muerte.
Los hijos de la Casa de los Macetones vivían completamente aislados del exterior, no tenían permitido recibir visitas y mucho menos salir a la calle. Además de eso, recibían un trato cruel de parte de su padre, quien solo les daba de comer agua, avena y frijoles, razón por la cual estaban desnutridos.
Asimismo, ante cualquier tipo de actitud irrespetuosa, Pérez les propinaba fuertes palizas a los menores y los encerraba durante días en una habitación, en donde no les daba ningún tipo de alimentos.
También se dice, que, con el despertar sexual, algunos de sus hijos terminaron en una relación incestuosa, debido al aislamiento. Pese a que Rafael sometía a su familia a un estilo de vida muy estricto, él no aplicaba lo mismo para sí. Le gustaba salir a comer en buenos restaurantes y contrataba el servicio de trabajadoras sexuales.
El Castillo de la Pureza: Los acontecimientos que llevaron a la intervención de la policía
Tras varios años de abusos, Indómita, la hija mayor de Rafael Pérez, decidió tomar cartas en el asunto, para terminar con su reinado de terror. La joven decidió escribir unas notas en la que contó parte de lo que sucedía y pedía ayuda.
Para hacerla llegar al mundo exterior, decidió subirse al árbol más alto de la casa y desde allí arrojó varios papeles a la calle. Fue entonces cuando uno de los transeúntes vio uno y lo leyó, tras sentir curiosidad por lo que decía. Al descubrir su contenido, contactó a la policía.
Arresto y condena de Rafael Pérez
La Ciudad de México en 1950, se encontraba en pleno crecimiento económico. Sin embargo, era mucho más pequeña que hoy en día. Por ello, la noticia de lo que sucedió el 25 de julio de 1959 en la Casa de los Macetones, corrió como la pólvora.
Poco después de que el transeúnte recogiese la nota de Indómita del piso y contactase a las autoridades, la policía entró en la residencia y se encontró con un escenario aterrador.
Los hijos del matrimonio estaban vestidos con ropa vieja y rota. Además, tenían mal aspecto físico y la desnutrición era evidente. La casa se hallaba en condiciones insalubres y lucía bastante deteriorada.
Los hijos del matrimonio estaban muy confundidos y asustados por lo que sucedía y pronto las autoridades se dieron cuenta de que apenas sabían leer y escribir y que no podían expresarse bien.
Tras el arresto, Rafael fue encerrado en el Palacio de Lecumberri y el caso obtuvo una amplia cobertura de parte de los medios de comunicación. Desde un principio, el acusado negó todos los cargos en su contra.
Durante el juicio, las versiones contradictorias de la historia fueron las protagonistas. La esposa e hijos aseguraban que Pérez los había maltratado durante años, pero él decía que todo era un complot de sus familiares para quitarle su dinero y propiedades. Finalmente, Rafael fue hallado culpable de los cargos que se le imputaban y fue condenado a prisión.
El Castillo de la Pureza real: ¿Qué pasó después del juicio?
Luego del juicio surgieron más versiones contradictorias sobre lo que en verdad había ocurrido en la casa cárcel. Muchos vecinos aseguraron que Rafael sí salía con su familia de la residencia, y que lucían perfectamente normales. Sin embargo, la prensa amarillista de la época retrató al hombre como un demente, que castigaba a sus hijos con las peores torturas cuando no lo obedecían.
A pesar de todo lo sucedido, la esposa y los hijos de Pérez continuaron visitándolo en prisión e inclusive llegaron a perdonarlo. Pero, ¿qué fue de los hijos de Rafael Pérez Hernández después de que fuesen rescatados?
Se supo que los menores recibieron muy poco apoyo de parte de las instituciones gubernamentales y que tuvieron serias dificultades para adaptarse a la sociedad y sobrevivir en el mundo real, puesto que no sabían hacer otra cosa que no fuese fabricar veneno para ratas. Finalmente, tras pasar varios años en prisión, Pérez decidió acabar con su vida y se ahorcó en su celda en 1972.
Las historias de ficción que inspiró el caso de la casa de las macetas en CDMX
La historia de la familia de casa de los macetones, inspiró varias obras de ficción. La primera de ellas fue la novela de 1964 titulada “La carcajada del gato”, que fue escrita por el periodista Luis Spota.
Un año después, en 1965, la tragedia de los Pérez llegó al teatro de la mano de Sergio Magaña, con su obra, “Los motivos del lobo”. El libreto fue galardonado con el premio Manuel Eduardo de Gorostiza.
En 1972, Arturo Ripstein, lanzó la película mexicana de la familia Pérez, que llevó por nombre, “El castillo de la pureza”. El filme fue bien recibido por la crítica y el público y obtuvo 15 nominaciones a los premios Ariel, de las cuales ganó 5.
El largometraje cuenta la historia de un padre que modifica la casa familiar para proteger a su familia del mundo exterior hasta que surgen las tensiones y todo se sale de control, ese sería un resumen del Castillo de la Pureza. La película completa de la familia Pérez puede ser visualizada en distintas plataformas de streaming, dependiendo de la región.
Finalmente, en 2009, otra versión de la película de la familia Pérez, llegó a los cines, de la mano del director griego Giorgos Lanthimos, y se llamó “Kynodóntas”. Sin duda, la aterradora historia de los Pérez Noé, le sirvió de inspiración a varios realizadores, que quedaron cautivados con las sorprendentes vivencias de esta familia mexicana.
Las similitudes entre el caso Turpin y la Casa de los Macetones
Una casa con familia seguramente es algo muy normal de ver en cualquier parte del mundo. Pero, ¿qué pasa cuando las personas que viven allí quieren escapar de ella?
Casi 60 años después de que el caso de la Casa de los Macetones saliera a la luz, una historia sorprendentemente similar impactó a la opinión pública. El 14 de enero de 2018, una joven de 17 años escapó de su hogar y se puso en contacto con la policía para denunciar una situación de pesadilla. Algo muy parecido a lo que hizo Indómita Pérez en 1959.
Tras escuchar a la chica, los funcionarios llegaron a la casa de la familia Turpin, en Perris, California. Dentro de la vivienda hallaron a los 13 hijos de Louise y David Turpin en condiciones infrahumanas.
Los jóvenes, de entre 2 y 29 años, estaban en una habitación oscura y mal ventilada, donde los malos olores se hacían notar de inmediato. El matrimonio torturó a sus hijos durante años. Los golpeó y mantuvo encadenados la mayor parte del tiempo y solo les permitían alimentarse una vez al día y bañarse una vez al año. Estos abusos fueron muy parecidos a los que aplicó Rafael Pérez contra sus hijos.
La mayoría de los hijos de Louise y David estaban desnutridos, la mayor, una joven de 29 años, solo pesaba 37 kg. Los hermanos sabían muy poco sobre el mundo exterior y no entendían como funcionaban la mayoría de las cosas.
Los padres fueron arrestados y acusados de varios cargos, pero tal y como hizo Rafael Pérez en 1959, se declararon inocentes de todo. El caso se convirtió en una sensación mediática, sobre todo por la naturaleza extraordinaria del mismo, debido a que ambos progenitores abusaron de 12 de sus 13 de sus hijos.
Finalmente, los Turpin fueron condenados a cadena perpetua, y al igual que en el caso de la familia Pérez Noé, sus hijos los perdonaron por sus años de abusos y maltratos. En 2021 se supo que los hermanos Turpin estaban viviendo casi en la indigencia, a pesar de que recibieron casi 600 mil dólares en donaciones.
Aparentemente, una tutela impuesta por el Estado se encarga de controlar el dinero en un fideicomiso y los chicos no tienen acceso al dinero. Nuevamente, se presenta otra similitud con el caso de la Casa de los Macetones, en donde el gobierno también le falló a las víctimas.
Para concluir, se puede decir que historias como las de la familia Turpin y la de los Pérez, son más comunes de los que muchos creen. Por eso, es importante educarse sobre estos temas, para evitar que tragedias como esta, vuelvan a repetirse.
La Casa de los Macetones actualmente no existe, pero su recuerdo sigue vigente en el imaginario de las personas y en las obras que se produjeron, basándonos en los acontecimientos que ocurrieron en ella. Sin embargo, si alguien desea saber cómo era este lugar, puede buscar a la Casa de los Macetones en fotos, de las cuales hay muchas en la web.
Estar en casa en familia es sinónimo de buenos momentos y felicidad para la mayoría de las personas, pero para quienes vivían en el Castillo de la Pureza, la realidad era muy diferente. En la Casa de los Macetones se experimentaron horrores durante décadas. Los hijos de la familia Pérez tuvieron que soportar múltiples abusos a lo largo de los años, hasta que finalmente lograron ser rescatados. Sin duda, la perseverancia de estos jóvenes, es un ejemplo a seguir, para las personas deben enfrentarse a situaciones en la que sienten que no hay esperanzas de sobrevivir.