Desgraciadamente, muchos emprendimientos pequeños y medianos cierran de forma definitiva después de unos pocos meses de comenzar su aventura. El éxito o el fracaso de una pyme que empieza a dar sus primeros pasos depende de varios factores, pero una mala planificación en los aspectos referentes a la gestión comercial y financiera es determinante. Tanto en la etapa inicial como durante el proceso de desarrollo, debes tener en cuenta que la supervivencia de tu empresa dependerá en gran medida de cómo manejes la contabilidad.
La facturación, un óptimo control de los gastos, de los ingresos y de todo lo que tenga que ver con el aspecto financiero deberán ser tu prioridad desde el instante en que tu negocio abra sus puertas. Te contamos a continuación algunos consejos que te resultarán de utilidad para que tu emprendimiento se mantenga a flote después de su primer año:
Invertir en un programa de contabilidad
Es fundamental poder acceder rápidamente a toda la información actualizada sobre la facturación, los ingresos y los gastos, cobros y pagos pendientes, y a los balances, por ejemplo. Un programa de contabilidad como el de Miskuentas no solo te permitirá gestionar y controlar mejor y con menos esfuerzo todo lo concerniente al aspecto contable, sino que también tendrás información mucho más precisa sobre el estado de tus finanzas. El software de contabilidad de esta empresa ahorra el 90% de tu tiempo y almacena toda la información en la nube, con lo que podrás acceder desde cualquier dispositivo cuando quieras y obtener resultados en tiempo real.
Registrar cada día los movimientos de capital
En un negocio es imprescindible conocer en cada momento la liquidez con que se cuenta. El mejor modo de que esto sea posible es registrando día a día todos los movimientos del capital. Si los datos no están actualizados, difícilmente podrás llevar a raya la tesorería de tu emprendimiento. Esta tarea te resultará mucho más fácil y amena si inviertes en una programa de contabilidad como el mencionado.
Para comprobar si tu plan financiero está funcionando de la forma adecuada solo tienes que ir comparando el estado de tus finanzas a lo largo del tiempo.
Tener sentido común y no hacer gastos innecesarios
El sentido común nunca puede faltar. De nada sirve tener un máster en economía y contar con una trayectoria profesional de 15 años si se carece de este sentido (que al fin y al cabo no es tan común). Antes de tomar alguna decisión siempre hay que evaluar los resultados y actuar en consecuencia.
Por otra parte, compra solamente la materia prima que sea indispensable para el funcionamiento de tu negocio. Nunca derroches el capital en servicios o cosas innecesarias. La austeridad es una gran cualidad.
Llevar un registro del inventario
Para planificar mejor todas las operaciones de tu negocio tienes que registrar de forma minuciosa todos los productos de tu inventario. Esto te permitirá saber qué artículos se venden mejor y cuáles se resisten a la hora de ser introducidos en el mercado. Teniendo en cuenta esta información podrás elaborar estrategias que ayuden a hacer más atractivos los productos que se retrasan en salir, y que los que tienen una rotación más alta no pierdan su ritmo.
Cumplir con los impuestos
Cualquier emprendimiento está sujeto a determinados impuestos. El primer paso es informarte bien sobre ellos, ya que un incumplimiento legal te acarrearía sanciones. Por ejemplo, en España deben presentarse a Hacienda varios modelos de declaración fiscal: IRPF, Impuesto de Sociedades y el IVA. Hay que tener en cuenta el calendario prefijado y presentarlos antes de que expire el plazo.
Es muy recomendable guardar en un archivador o carpeta una copia de todos los impuestos que ya has pagado.