John Mullins es profesor de la London Business School y el responsable de las siguiente 5 fórmulas para financiar un negocio sin tener que pedir un solo euro a bancos o inversores.
Son cinco ideas testadas, que funcionan y que se resumen en el libro “¿Tienes una startup?” del inversor Luis Martín Cabiedes:
1. Trasformar un servicio en un producto
La idea es conseguir transformar un servicio que ya se ha vendido a un cliente concreto en un producto que pueda revenderse a una gran cantidad de clientes.
Es una fórmula funciona en empresas de pequeño tamaño. Un ejemplo sería Microsoft, cuando en sus inicios firmo un contrato para suministrar su sistema operativo a IBM.
2. Plazas de mercado
Una forma de reducir la necesidad de inversión al mínimo es alquilar el espacio donde otros puedan llevar a cabo sus negocios, en lugar de tener un negocio propio.
Algunos ejemplos pueden ser las congregaciones de foodtrucks, las empresas de economía colaborativa, los intermediarios inmobiliarios…
3. Modelo de escasez
La escasez, sobre todo si hablamos del comercio minorista, es un reclamo muy atractivo para incitar al cliente a comprar de inmediato. Las ofertas de última hora o la rotación continua de material provocan en los clientes la necesidad de conseguir ese producto que, en teoría, no se podrá conseguir en ningún otro momento.
Un claro ejemplo de este modelo es Zara, con una surtido que cambia rápidamente.
4. Modelo de suscripción
Es una fórmula que se ha aplicado toda la vida en revistas y bienes culturales y que ahora se puede extender a nuevos ámbitos. Los clientes se comprometen a adquirir un producto o servicio que irá recibiendo poco a poco a lo largo del tiempo.
En Estados Unidos se ha aplicado con éxito a diferentes mercados como la comida para perros, las maquinillas de afeitar o menús ecológicos.
5. Pago por adelantado
Es la manera más lógica y sencilla de conseguir financiación: hablamos de los pagos a cuenta, los anticipos o adelantos y cómo consiguen transformar a los propios clientes en inversores.